Fundado Por Segundo Pla III

Un inmigrante cubano decidido a continuar con el legado de su familia en la panadería y la hospitalidad, el establecimiento se ha convertido en una parte icónica de la comunidad local.
Pla III proviene de una larga línea de propietarios de negocios que se remonta a su abuelo, Segundo Sr., en España. El padre de Pla, Segundo II, era el propietario del famoso Hotel Continental en Colón, Cuba. Al llegar a Miami en la década de 1960, Segundo III abrió la panadería y se convirtió en una empresa familiar donde su madre Ana y su hermana María Teresa lo ayudaron a administrarla. A principios de la década de 1970, había una joven que llamó la atención de Segundo, ya que visitaba con frecuencia la panadería como cliente. En 1976, Segundo logró conquistar su corazón y Marisol, una joven camagüeyana, se convirtió en su esposa.

CONTÁCTANOS

En 1978 tuvieron a su primer hijo, Segundo IV, y en 1982 le dieron la bienvenida a su hija Mercedes.

Hoy en día, la panadería está dirigida con cariño por su hija, Mercedes, que sigue honrando sus raíces al tiempo que introduce su propio toque de innovación.

Conocida por sus excepcionales pasteles cubanos, La Gran Paris combina las tradiciones de la repostería cubana y francesa, ofreciendo una variedad de delicias como pastelitos, empanadas, croissants y otros pasteles recién hechos. La panadería se ha ganado una reputación por su comida de alta calidad y un ambiente cálido y acogedor, que se ha mejorado aún más con una reciente renovación. El espacio ahora se caracteriza por un tema rosa suave, que refleja el viaje personal de Mercedes como sobreviviente de cáncer y agrega un toque único y personal al negocio.

Además de sus conocidos pasteles

La Gran Paris también sirve desayunos tradicionales cubanos y almuerzos calientes, lo que garantiza que haya algo para todos. Ya sea que venga a tomar un capricho rápido o se reúna con sus seres queridos para celebrar los momentos especiales de la vida, la panadería ofrece un espacio acogedor para todos.

La Gran Paris Bakery no se trata solo
de comida

representa pasión, perseverancia y un compromiso con la familia y la comunidad. Sigue siendo un símbolo de alegría y tradición, donde el acto eterno de compartir buena comida sigue uniendo a las personas.